ALOCUCIÓN DEL OBISPO DE ALMERÍA EN LA APERTURA
DE LA CAUSA DE CANONIZACIÓN DEL SIERVO DE DIOS P. JOAQUÍN REINA CASTRILLÓN, DE
LA COMPAÑÍA DE JESÚS
Oficina de Medios 10 junio, 2017
Abrimos hoy, en la presencia de Dios, la causa de canonización del P.
Joaquín Reina Castrillón, de la Compañía de Jesús, a quien la Congregación de
las Religiosas «Siervas de los Pobres, Hijas del Sagrado Corazón de Jesús»
tienen por fundador. Así lo creen porque el P. Joaquín Reina Castrillón, movido
por el celo apostólico que marcó toda su vida el ejercicio de su ministerio
sacerdotal, durante su estancia en Almería, ciudad en la que sus hijas sitúan
los comienzos de la congregación, «dio una sólida formación a un grupo de
jóvenes, a quienes orientó y entusiasmó hacia una consagración total al Sagrado
Corazón de Jesús y a sus predilectos, los pobres» (Carta de la Postuladora al Sr.
Obispo de Almería, solicitando instrucción de la Causa, 5 de abril
de 2016).
Según afirman quienes le conocieron y los datos que se pueden obtener de la
investigación histórica, Dios se sirvió del P. Joaquín Reina, destinado por sus
superiores a la casa de la Compañía de Jesús en Almería, para dar comienzo a la
nueva congregación religiosa. Dios movió el corazón del Siervo de Dios,
inspirando en él la docilidad plena a la acción del Espíritu Santo, y así –como
se puede leer en el portal de la Congregación en la red, medio de divulgación
de su identidad y apostolado- el día 24 de mayo de 1942, solemnidad de
Pentecostés, el P. Joaquín Reina siente, durante la celebración de la
Eucaristía, que el Señor le orienta a la fundación de una congregación
religiosa dedicada a llevar a los más pobres el conocimiento del Corazón de
Jesús. Hace ahora 75 años que esta experiencia religiosa del P. Reina dio
comienzo a la congregación. Fue una experiencia de singular intensidad
religiosa que el Siervo de Dios comunicaría a un grupo reducido de jóvenes
dirigidas espiritualmente por él, que acogieron la moción de gracia del
fundador como gracia dirigida a ellas mismas. De esas jóvenes saldrán las siete
primeras hermanas de la Congregación.
Nuestro venerado predecesor en la sede de san Indalecio Mons. Enrique
Delgado Gómez publicará el decreto de aprobación de la Pía Unión con la que da
comienzo la historia de la Congregación, el 28 de julio del año 1944. Menos de
una década bastó para que el 24 de mayo de 1953, el nuevo obispo, el venerable
Prelado Don Alfonso Ródenas García, de feliz memoria firma el decreto episcopal
que reconoce como instituto religioso de derecho diocesano a la hasta entonces
Pía Unión. Una década después, el 26 de junio de 1965, la Sagrada
Congregación de Religiosos emite el decretum laudis que
reconoce el carácter pontificio del nuevo instituto religioso.
El P. Francisco Cuenca, superior suyo en la Compañía durante algunos años
deja en su justo lugar la afirmación de ser el P. Reina fundador de la
Congregación: «Aunque no tuviera el Padre poderes oficiales de Fundador, ni
siquiera él mismo conscientemente pretendiera serlo, de hecho lo fue, pues el
Señor se valió de él, como instrumento de predilección, para que la
Congregación naciera, y se desarrollara: lo que hoy día vemos, admiramos y por
ello bendecimos a al Señor» (Testimonio del P. Francisco Cuenca, SJ,
aducido por la Postuladora en la súplica de introducción de la Causa).
El P. Joaquín Reina Castrillón, que había nacido en Chiclana de la Frontera
(Cádiz) el 27 de noviembre de 1902, moría en olor de santidad el 1 de
septiembre de 1975. La semblanza que la postulación, siguiendo el testimonio de
quienes conocieron al Siervo de Dios, ha puesto en nuestras manos nos ha
acercado a su figura y al perfil de hombre de Dios que le identifica como
apóstol del Corazón de Jesús y servidor de los pobres. A éstos en especial
dedicó la acción vigorosa de su caridad pastoral, y a ellos, con gran sentido
social del reinado de Cristo, se propuso evangelizar como signo de la presencia
del Redentor en la acción apostólica y pastoral de la Iglesia.
Así, pues, fiado en los testimonios que avalan la santidad del Siervo de
Dios P. Joaquín Reina, que vivió como sacerdote celoso de la salvación de las
almas y religioso jesuita, de recia espiritualidad ignaciana, verdadero hijo
fiel de la Iglesia, he decidido aceptar el libellus que
presenta la postulación. Esta aceptación llega después de haber consultado el
parecer de los obispos de las provincias eclesiásticas de Sevilla y Granada, y
haber recibido la aprobación colegiada de la Asamblea de Obispos del Sur; y
contando con el aparecer de otros obispos españoles. De todos ellos he recabado
el parecer, dando curso además a las gestiones ante la Congregación para las
Causas de los Santos, de la cual he recabado el preceptivo «Nihil obstat» a que obliga la normativa vigente
de la Iglesia, para poder abrir el proceso que lleva consigo la instrucción de
la Causa.
Con la invocación al Espíritu Santo, sostenida nuestra esperanza por la fe
que la alimenta, damos curso hoy a la apertura del proceso diocesano de esta
Causa. La ponemos en manos de la divina Providencia, para que, si es voluntad
suya, muestre en la forma y el tiempo que el designio divino quiera establecer,
la santidad del Siervo de Dios y el valor ejemplar de su vida para la
Congregación actora de la Causa, las Religiosas Siervas de los Pobres, Hijas
del Sagrado Corazón de Jesús; para la Compañía de Jesús; también para nuestra
Iglesia diocesana y, en la medida que el Señor disponga, para toda la Iglesia.
Que todo en el proceso de esta Causa sea para mayor gloria de Dios y
salvación nuestra. Amén.
S.A.I. Catedral de la Encarnación
10 de junio de 2017
+ Adolfo González Montes
Obispo de Almería